Para garantizar que las riquezas producidas en la colonia fueran aprovechadas solamente por España, la corona organizo el comercio bajo la forma de monopolio. Esto significó que los intercambios de productos sólo podían realizarlos comerciantes autorizados, entre la metrópolis y los puertos habilitados por ella.
la corona prohibió a los colonos comerciar con otros países europeos y, además, les negó el derecho a embarcar productos de un puerto a otro en las mismas colonias.
Como consecuencia de la presencia de piratas y corsarios en las aguas del Atlántico, a partir de mediados del siglo XVI, se creó un sistemas por el cual e estableció que todas las naves mercantes debían navegar juntas. escoltadas por buques de guerra.
Ello significó un encarecimiento del producto al imponerse un nuevo impuesto para costear los gastos de la armada.
Pero este sistema no logró evitar la piratería y el contrabando de productos por comerciantes de otros países, especialmente Inglaterra.
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